Extrarradiografías

      
Sólo conozco el mundo cuando escribo.       
Joseph Roth       

And the Oscar goes to...

28 de febrero de 2009

>Dicen los papeles que el gobierno indio ofrecerá techo a los sin techo oscarizados. I feel good. Al fin y al cabo mejor sentar un pobre a tu mesa que (que) siga a la intemperie y temblando. Mezquindades de usted y un servidor. El film en cuestión es correcto, visionable y guión en tiralíneas, previsible. Mantiene, cortés y valiente, el equilibrio tragicómico durante todo el metraje. Folletín sarcástico y paródico. Un pelín moderniqui (pero los tiempos están cambiando y ahora se lleva el diseño continente/contingente y sin apenas contenido, muy mono y vacuo) en la formalidad desencajada y posmodernidad pixelada. Lanza patada en los huevos, hay que reconocerlo. Demuestra que la publicidad también puede ser corrosiva. Y que a la sátira demoledora le sientan bien las historias bien contadas. Maestro Moliere. A los que puedan quejarse de regodeo en la miseria misérrima y frivolidad de mugre apestosa y basurera: Dickens y la picaresca. En todo caso, una peliculilla simpática y poco más.

>El crítico Bermejo, en un suple de “El Mundo”, escucha el eco de “Fat City” en la derrumbada y maravillosa “El luchador” (bienvenido de nuevo al infierno del supermercado , Mickey Rourke). El esplendente material que forja sueños imposibles cabe encarnarlo en la metáfora sin yoyerías babosas de otro film con un par; nuestra forja sentimental de extrarradio: “Rocky” (ya íbamos por la metafísica tercera parte) en sesión doble con "Top Gun" ("el beso de la lagartija", decíamos por enésima vez, fascinados por el primer tornillo que veíamos en vida, que era y sigue siendo pantalla real). Y aquella sentencia firme de “Million Dollar Baby” (maestro y cabronazo Eastwood): “El boxeo es algo antinatural: cuando aparece el dolor, en lugar de huir de él, tienes que aprender a dar un paso adelante”. Pues eso.


>Pe lloró el oscar casi media hora. Te lo digo again: aléjate de la dramaturgia mala de los sentimentales. Kate Winslet forever. La descubrí después del desastre del Titanic. En Una arsénica joya de Field que bien pudiera haberla firmado/filmado Cheveer. La verdad contada en celuloide.

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