DESPUÉS DE UNA ENTREVISTA
Y al conducir por el reptante asfalto,
Barcelona esfumada de modorra
espesa y gris
-anuncio de llovizna
allá a lo lejos-,
advirtió la querencia de resguardos
en los edificios de la ciudad:
on aixoplugar-nos quan plou?
Pensándolo bien de
eso trata la vida,
aunque en aquel momento no atiné.
Y me acuerdo siempre de la pregunta,
calado hasta los huesos.