Estos días de noviembre lluviosos son desastrosos para la ciclotimia, sobre todo si el chaparrón arrecia en tardes de domingo. El noviembre puede ser entonces tanto o más cruel que el abril de T.S. Eliot. Dice Holly/Hepburn en Desayuno con diamantes que en días como esos sólo la salva ir a Tiffanny’s porque “allí nada malo puede ocurrir” (Jot Down)