"Igual que los novelistas. Siempre pongo el ejemplo que hoy no se puede escribir como Flaubert, como Galdós, porque naturalmente esa ingenuidad, la construcción, la tercera persona, la omnisciencia…"
Arcadi Espada
Porque soy nadie no puedo. Pero conminaría alguien a decirle al escritor la verdad. Lo prohibido de Galdós, por ejemplo.
La primera persona del singular, además del dios omnisciente, es también puro diecinueve (heredada de una tradición literaria que, a bote pronto, tiene como inicio la picaresca y el memorialismo mediterráneos del postmedievo). La ingenuidad (como piel de cordero del cinismo), en cambio, es periodismo del XX-I. Tertulianismo tartufo del yo opino.