Al papá Dani Tercero
Me felicita un convergente por la victoria de Xavier García Albiol. Insultante a sabiendas, pues se trata de mi peluquero hasta ayer, y además disto de la algarabía. Aun así le respondo (él, militante corvergente) que la victoria es suya. El PP gobernará en Badalona, campo de batalla experimental de la derecha imperial y sin escrúpulos, gracias a la absoluta cobardía de CIU. A Xavier le tengo aprecio. No hace muchos años, en el cuhitril extrradiográfico, en las paredes de las calles centrales del villorrio, se mantenía una diana asesina dedicada a Xavier. Si no recuerdo mal, la amenaza real de Eta disuadió a los simpáticos matarifes de boquilla a reincidir.
Por lo demás, siento mucho el lloriqueo de la izquierda y su mal perder. Abandonaron esos barrios suyos de cinturón rojo que les daban victorias. Ya se sabe que el pueblo puteado gusta de soluciones patéticamente radicales. Guillotinescas.
En nada coincido con Xavier. Es más, a diferencia del pijo hereu de la tendeta de l'àvia, nunca pasearía con él por ciertos barrios, ya que difiero absolutamente en la observación de la realidad circundante.
En cualquier caso, trabaje para el Partido Popular en Gerona. Había que hacerlo y encima pagaban mejor. Hice grandes amigos. Nunca me pidieron que me hiciera carné de la cosa. Y tengo muy claro que Convergència i Unió es lo peor.
Es superior a mis fuerzas, I'm sorry.