Vida secreta

Cada día a las 21 horas, y durante aproximadamente diez minutos, el ritual enclenque de las cacerolas en el vecindario. Saldría al portal de viejo gruñón, con pijama, aspaviento y exabrupto, para exigirles el cese inmediato de las monerías y conminarles al levantamiento no menos inminente de las barricadas. Pero ayer, sin ir más lejos, estaba revisitando "Night and the city" de Jules Dassin. O sea que me pillaba lejos, muy lejos de esta calle, de este tiempo y, sobre todo, de este país.

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Encantador idilio dialéctico entre los periodistas Ana Pastor y Manuel Jabois. Lo mejor, sin embargo, está en el gatillazo a manera de equívoco vodevilesco con la exministra tocaya. Y esa excitación pugilística de los entrevistadores. No me parecería mal, si no fuera porque demasiadas veces los periodistas se llevan el tajo a casa. La mordacidad extenuante, la duda que ofende al interlocutor, la impudicia interrogadora, el "por qué" avasallador de focos. Es desagradable que, entre copas, los escasos amigos del gremio le hablen a uno como si fuera un concejal sospechoso de malversación.

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Opinión de lego. Creo que las mejores entrevistas son aquellas en que hay un verdadero interés por conocer al entrevistado, sin pretender comerse sus tripas.

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La vida de todos los días contada por el maestro Cohen.

In My Secret Live
Leonard Cohen

Te vi esta mañana.
Te movías rápidamente.
No puedo permitirme perder el control al pasar.
Y te echo tanto de menos. 
No hay nadie a la vista
y todavía estamos haciendo el amor
En Mi Vida Secreta.

Yo sonrío cuando estoy enfadado
Hago trampas y miento.
Hago lo que tengo que hacer 
para sobrevivir. 
Pero sé lo que está equivocado. 
Y sé lo que es correcto.
Y moriría por la verdad 
en Mi Vida Secreta.

Aguanta, aguanta hermano mío. 
Hermana mía, aguanta, firme.
Finalmente recibí las ordenes 
Iré marchando a través de la mañana.
Marchando a través de la noche, 
Moviéndome por la frontera.
En Mi Vida Secreta.

Parecía a través del papel 
que ibas a echarte a llorar. 
A nadie le preocupa si la gente 
vive o muere.
Y el mercader quiere que pienses 
que todo es o blanco o negro.
Gracias a Dios eso no es tan sencillo en Mi Vida Secreta.

Me muerdo el labio. 
Compro lo que me dicen: 
Desde el último éxito, 
a la sabiduría del viejo. 
Pero siempre estoy solo. 
y mi corazón es como el hielo. 
Y está atestado y frío 
en Mi Vida Secreta