En Muerte
en la tarde, Hemingway escribió: “Creía
en lo que había visto, sentido, tocado, manoseado, olido, saboreado, bebido,
montado, sufrido, vomitado, dormido, sospechado, observado, amado, deseado,
temido, detestado, admirado, odiado y destruido. Naturalmente, ningún pintor ha sido capaz de
pintar todo esto; pero Goya lo intentó”. Esta intensa visión de la obra de
Goya bien podría valer como poética del propio Hemingway.