Estaba convencido de que "It ain't me, Baby" era obra y gracia de Johnny Cash (un muy buen letrista). Así que perdí la apuesta, pues el tema es de Bob Dylan. Cierto que Cash fue de los primeros primates rockeros que vieron que la cosa del cadillac y la rubia y la party no daba para más, y buscó amparo literario en el folk y el (des)arraigo narrativo de las leyendas fronterizas. Fue de los primeros en reivindicar a aquel chaval que escribía unas letras atónitas de metáforas macilentas, brillantes y vacuas. Implacable de mí, sólo salvo media docena de letras de Dylan. Todo lo demás me parece desfase rutinario y algarabía de pirotecnia bíblica. Pero también es verdad que soy de la luz sin más de Juan Ramón Jiménez frente a toda la vanguardia barroca, obscura y gongorina. Perdí la apuesta, aunque la versión de Cash junto a su mujer June Carter supera para mí el original. Por el cante y por la biografía (después de ver el biopic notable sobre el cantante enlutado y sus circunstancias). Aquel vinilo de Johnny Cash en la prisión de San Quintín: uno de los mejores discos que he escuchado en mi vida, con el piiiip de la censura protestante incluido. Oro en paño que conservo. Un tipo de derechas cagándose en el agua que daban en la prisión. Sólo le recrimino al gran Cash haber abandonado el catolicismo y requerir de una secta luterana para superar sus vicios menores.
La vida trae consigo siempre una elección para llegar a la orilla última ligero de equipaje y sencillez sin baba. De los primates primeros y banda-sonora-vital (cada día soy/estoy más pijo/pop): Holly, Orbison y Berry.
IT AIN'T ME, BABY
(versión de Andrés Fuentes)
Aléjate de mi ventana
Tan rápido como te plazca
No soy el hombre que quieres, nena
No soy el hombre que necesitas
Dices que buscas a alguien
Nunca débil, siempre fuerte
Que te proteja y defienda
Tengas o no la razón
Alguien que te abra las puertas
Pero no soy yo, nena
No, no, no soy yo, nena
No soy yo el hombre que buscas
Bájate del alféizar
Baja suavemente al suelo
No soy el hombre que quieres, nena
Sólo te defraudaría
Dices que buscas a alguien
Que prometa no dejarte
Que por ti cierre los ojos
Que cierre su corazón
Que muera por ti y aún más
Pero no soy yo, nena
No, no, no soy yo, nena
No soy yo el hombre que buscas
Confúndete en la noche
Pues dentro todo es de piedra
No hay nada que aquí se mueva
Y además no estoy solo
Dices que buscas a alguien
Que te levante cuando caigas
Que siempre recoja flores
Y acuda cuando lo llames
Un amante para tu vida y nada más
Pero no soy yo, nena
No, no, no soy yo
No soy yo el hombre que buscas.