“El amigo Bernal no sabe aún que hará con esos millones de euros de más que, como catalán, le han tocado en la lotería de la financiación autonómica. Pero sabe que por muy alto que vuele Cataluña cualquier escritor español que se precie ha de pasar por Madrid para ser un toro de la manada. Intentando marcar diferencias y distancias, el bueno de Jordi piensa que casi toda la ironía que mueve la literatura española proviene de Cataluña. La ironía ¿catalana? Hay que darle dos vueltas a esto.”
Jambrina en su blog. Bien, no le comenté exactamente al amigo Jambrina por teléfono que “casi toda la ironía que mueve la literatura española proviene de Cataluña”. Más bien le dije que “la ironía me parece un “tret diferencial” (en irónico) de buena parte de la literatura barcelonesa escrita en castellano”. Le doy vueltas a estas menudencias cuando paseo, que es la mejor manera de escribir sin teclear para luego poder teclear sin escribir. Jambrina, por cierto, corre.
Esperanza Aguirre declara (en titulares a los cuatro vientos) que me quiere y me admira, Jambrina que soy rico. Estas abstracciones que descubren plumones.