Me gusta el titular que preconiza la llegada del verano. Empezó hace unas semanas la operación bikini y las chicas del césped del Turó Park rumian ensaladas ojos cerrados al sol y bronce en los pómulos. Hay una alegría en la pedrería del ombligo y en el tierno vientre reposacabezas. Observo que este año sigue la moda del pantalón blanco de lino combinado con la enlutada tanguita. A mi ja m'està bé. Molt bé el bamboleo de "la falsa magre", que decía Pla para describir a la mediterránea aparentemente delgada pero con deliciosas ondulaciones.
Suben las temperaturas. La explosión de sol sobre los plátanos en primavera es una de las pocas grandezas que le restan a esta ciudad. Llegaron los días placenteros en que el paseante debe esconder la mirada tras las gafas de sol. No sea que pase de paseante a mirón.