De Ernesto Sábato sólo he leído El túnel. Como me pasa con casi todo el existencialismo que se inmiscuye en la ficción me deja frío. Incluso el maestro Camus. Cuando me hablan de existencialismo y no sé qué dudas y no sé qué hostias solipsistas, recomiendo al interlocutor muy atormentado El hombre que miraba pasar los trenes de Simenon, 1280 almas de Jim Thompson y Memorias del subsuelo de Dostoievski. Para reírnos del mundo y sus tormentos.
Aunque en puridad, lo que le recomedaría al sufridor y temblor no son más lecturas que Marcial, Catulo, El Quijote, las comedias de Molière, El sobrino de Rameau, Tom Jones, La vida de Samuel Johnson, Los papeles de Pickwick, La conciencia de Zeno, El teatro de Sabbath o Teniente Bravo.
Sí, claro, de todos los siniestros acomplejados, Leopardi y Kierkegaard son los que mejor me caen, pues todavía mantienen el humor.
Diría Kafka si no fuera por este implacable e impecable sofismo:
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''Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más''
Ernesto Sábato en su obra El Túnel
Ernesto Sábato en su obra El Túnel
Pues no. La ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza son tan verdad como las matemáticas, la química o la filosofía, que es además juego aburrido de salón. Y todo es vida.
