“Jo he passejat amb el Xavier Garcia Albiol per Badalona i he entès perfectament el que diu i com ho diu. He entès, perquè ho he vist, quin és el tipus de delinqüència que ha vingut només a delinquir i que no té cap projecte positiu.”
L’hereu de la botigueta de l’àvia passejant por el barrio de la Salut en compañía de Xavier… Fina estampa lacoste. Más fina y sutil desde que Pilar Rahola intimó en hagiografía publicada con Artur Mas. Es bien sabido que detrás de todo gran político hay una gran periodista.
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La socialdemocracia no ha querido dar respuesta a la queja básica del cuarto primera. El insomnio produce monstruos. Sobre todo si es provocado por la jarana y la mugre en berebere. El robo sempiterno y el descaro, que no hace mucho en Badalona parecían ser patrimonio del gitano cañí, dejaron de hablar cristiano o pasaron a ser obra y gracia del gitano rumano. La izquierda se fue al campo a por flores multicolores y la derecha repartió propaganda a la mañana siguiente del tajo –si haberlo haylo- sin dormir y el mecagüenlaputa. Rédito populista que llevan años experimentando. Llevan años experimentando con el polvorín. A la izquierda le ha sobrado hipocresía, cinismo, pereza, indiferencia, desidia y/o miedo para hacerles frente. En este caso, sólo les hubiera bastado con decir la verdad. Ahora las cacerolas. Qué mariconada, por dios. Los preferíamos (y posiblemente allí estaríamos) cuando las barricadas.
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Noche electoral en casa de M. Cena exquisita. Güsqui ahumado de roca isleña. Grandes risas a costa de Intereconomía. “Camps ha conseguido una victoria aplastante. Ya se lo merece ya, con la que le ha caído…”. Unos genios del humor.
